The Queen Mary Hotel
La elegante recepción del Queen Mary conserva su diseño original Art decó
Existen varios hoteles muy originales, hay hoteles de hielo, hoteles construidos en una plaza de toros, y otros más que pueden considerarse bastante originales, sin embargo de entre todos ellos, destaca un hotel en especial, uno que por su belleza y por sus características, puede considerarse el hotel más original del mundo, es un hotel flotante, pero no uno cualquiera, no uno que pueda ser sustituido por otro similar, sino uno que es único e irreemplazable, y se trata ni más ni menos, que del crucero trasatlántico Queen Mary, un barco colosal de 311 metros de eslora cuya construcción empezó en 1930 y que fue botado al agua en 1934, aunque la construcción de sus acabados finales terminó en 1936, obra magnífica de la arquitectura naval británica que llegó a convertirse en uno de los buques trasatlánticos más modernos y elegantes mundo, y sin duda, el crucero trasatlántico más noble y exitosos de todos los que hasta la fecha se hayan construido.
El Queen Mary posee una historia asombrosa y llena de avatares, pues durante la segunda guerra mundial fue utilizado para el transporte masivo de tropas, pero al terminar la guerra, el RMS Queen Mary regresó a la vida civil el 27 de septiembre de 1946 después de haber viajado 600 mil millas y transportado más de 800 mil personas, en esas fechas el Queen Mary fue rehabilitado como trasatlántico en Southampton, donde se le montaron nuevas turbinas, nuevos sistemas de navegación, y aire acondicionado.
Sin embargo todas las cosas tienen un fin. Según muchos marineros y expertos capitanes de barco, los barcos son seres vivos, no son objetos inanimados, sino entidades con vida que sienten, piensan, y tienen alma, y como todos los seres vivos, los barcos también mueren, fue así como llegó el momento en el que la vida del Queen Mary tendría que terminar, y si durante tantos años el Queen Mary había logrado sobrevivir a las inclemencias del tiempo y a los embates del océano sumados a los graves riesgos que pasó durante la guerra, había llegado el momento de que el Queen Mary muriera después de una larga, fructífera, y azarosa vida, fue así como la compañía naviera Cunard, propietaria del Queen Mary, se vio en la necesidad de vender su preciosa nave para ser desguazada, sin embargo el Queen Mary era una nave llena de historia y de recuerdos, una embarcación que había logrado sobrevivir al mar y a todos los retos que enfrentó, por lo que no se rendiría tan fácilmente, y fue una nave tan entrañable y tan querida por sus propietarios, que el accionista principal de la empresa Cunard, se negó a que su querida nave sufriera el triste final del desguace, por lo que rechazó las ofertas que le hicieron para vender el Queen Mary como chatarra, y finalmente lo vendió a la ciudad de Long Beach, California, pero no para que fuera desmantelado, sino para convertirse en hotel, lo cual le permitiría a la vieja reina del mar, continuar existiendo cómo buque y alojando en sus históricos camarotes a muchos turistas y viajeros, tal y cómo lo hiciera durante todos los años que funcionó como trasatlántico.
En la actualidad el el RMS Queen Mary está atracado el Long Beach y funciona como museo, hotel, y centro de convenciones, y a su lado se encuentra fondeando un submarino soviético de la clase Escorpión (Scorpion en ingles), que también puede ser visitado.
El Queen Mary, actualmente convertido en hotel, junto a su inseparable custodio, el submarino soviético de la clase Escorpión:
El Queen Mary posee una historia asombrosa y llena de avatares, pues durante la segunda guerra mundial fue utilizado para el transporte masivo de tropas, pero al terminar la guerra, el RMS Queen Mary regresó a la vida civil el 27 de septiembre de 1946 después de haber viajado 600 mil millas y transportado más de 800 mil personas, en esas fechas el Queen Mary fue rehabilitado como trasatlántico en Southampton, donde se le montaron nuevas turbinas, nuevos sistemas de navegación, y aire acondicionado.
Sin embargo todas las cosas tienen un fin. Según muchos marineros y expertos capitanes de barco, los barcos son seres vivos, no son objetos inanimados, sino entidades con vida que sienten, piensan, y tienen alma, y como todos los seres vivos, los barcos también mueren, fue así como llegó el momento en el que la vida del Queen Mary tendría que terminar, y si durante tantos años el Queen Mary había logrado sobrevivir a las inclemencias del tiempo y a los embates del océano sumados a los graves riesgos que pasó durante la guerra, había llegado el momento de que el Queen Mary muriera después de una larga, fructífera, y azarosa vida, fue así como la compañía naviera Cunard, propietaria del Queen Mary, se vio en la necesidad de vender su preciosa nave para ser desguazada, sin embargo el Queen Mary era una nave llena de historia y de recuerdos, una embarcación que había logrado sobrevivir al mar y a todos los retos que enfrentó, por lo que no se rendiría tan fácilmente, y fue una nave tan entrañable y tan querida por sus propietarios, que el accionista principal de la empresa Cunard, se negó a que su querida nave sufriera el triste final del desguace, por lo que rechazó las ofertas que le hicieron para vender el Queen Mary como chatarra, y finalmente lo vendió a la ciudad de Long Beach, California, pero no para que fuera desmantelado, sino para convertirse en hotel, lo cual le permitiría a la vieja reina del mar, continuar existiendo cómo buque y alojando en sus históricos camarotes a muchos turistas y viajeros, tal y cómo lo hiciera durante todos los años que funcionó como trasatlántico.
En la actualidad el el RMS Queen Mary está atracado el Long Beach y funciona como museo, hotel, y centro de convenciones, y a su lado se encuentra fondeando un submarino soviético de la clase Escorpión (Scorpion en ingles), que también puede ser visitado.
El Queen Mary, actualmente convertido en hotel, junto a su inseparable custodio, el submarino soviético de la clase Escorpión:
Así luce en la actualidad el Queen Mary, ahora convertido en hotel flotante
Además de ser museo y un hotel en extremo original y de sus otros atractivos cómo son sus tiendas interiores conservadas en su diseño y estructura original, sus restaurantes, la posibilidad de visitar el submarino soviético de la clase Escorpión, el Queen Mary ofrece también un tour ó recorrido guiado por determinadas zonas del barco, las cuales se dice están embrujadas y en ellas ocurren fenómenos sobrenaturales ó inexplicables, respecto de lo cual no se que tan verídicas sean esas afirmaciones, lo cierto es que el Queen Mary está lleno de historia y de recuerdos por todas las personas que a lo largo de varias décadas viajaron y se alojaron en sus bellos camarotes para vivir historias diversas de aventura, de pasión, de romance, pero también, algunas tragedias, historias que quizá permanecen grabadas en la memoria del barco, impregnadas en su estructura, en sus pasillos y camarotes, y que en determinadas condiciones pudieran manifestarse dando lugar a la leyenda del barco embrujado, pero cómo lo he dicho anteriormente, no se que tan ciertas ó verosímiles pudieran ser dichas narraciones, lo cierto de que el Queen Mary es un monumento viviente pletórico de historia.
Aquí se muestra uno de los camarotes del Queen Mary, los cuales ahora funcionan cómo habitaciones del Hotel, pero conservan el encanto de los tiempos en los que fue lujoso crucero, bueno, aun lo es, sólo que ahora no hace largos viajes, sino que permanece anclado, pero alojarse en sus camarotes es una buena opción para aquellos que desean vivir la experiencia de alojarse en un trasatlántico, pero que, ó bien no cuentan con los recursos económicos para ello, ó tienen temor al viaje marítimo, sin embargo el hotel Queen Mary les brinda esa posibilidad, con el encanto adicional de poder hacerlo en un crucero que conserva todo el esplendor y el romanticismo de su época:
Uno de los camarotes típicos del Queen Mary, ahora disponibles cómo habitaciones de su Hotel
Cuando el Queen Mary se encontraba operativo como trasatlántico, la mayor parte de sus salas y restaurantes estaban decoradas en el estilo Art decó de la época, el cual se caracteriza por la elegancia geométrica de sus formas y el uso de bellos y finos materiales, lo cual le confiere a dicho estilo, una presencia distintiva y poderosa. Los huéspedes del Queen Mary pueden comer en alguno de los restaurantes que existen en su interior, los cuales conservan su decorado y estética originales, haciendo posible revivir la experiencia del vivir el Art decó en un buque de los años treintas.
A continuación podemos ver uno de los restaurantes a bordo del Queen Mary, en donde se observa el gusto exquisito de su diseño y decorado en el más puro estilo Art decó que se conserva impecable, tal y cómo estaba en sus mejores tiempos:
Uno de los restaurantes del Queen Mary que cómo todo el barco, conserva su estilo y diseño originales
El puente de mando del Queen Mary, restaurado a su estado original, tal y cómo estaba cuando hizo su primer viaje como trasatlántico:
El puente de mando del Queen Mary, restaurado a su estado original
Pasar una noche en alguno de los camarotes del Queen Mary, comer en unos de sus restaurantes que conservan su decoración original en Art decó, ó pasear por sus cubiertas, es cómo realizar una viaje en el tiempo.
En esta imagen se observa una de las cubiertas del Queen Mary, el mejor ejemplo de conservación de un buque trasatlántico de lujo de los años treintas:
En esta imagen se observa una de las cubiertas del Queen Mary, el mejor ejemplo de conservación de un buque trasatlántico de lujo de los años treintas:
Una de las cubiertas laterales del Queen Mary, es como si el pasado volviese hasta el presente
En definitiva, hospedarse en el Queen Mary es una experiencia digna de disfrutarse, una vivencia que ninguna persona que viaje a la ciudad de los Angeles ó a Long Beach debería desaprovechar, pues hospedarse en alguno de sus camarotes es algo más que quedarse en un hotel cualquiera, alojarse en el Queen Mary es cómo romper la barrera del pasado, cruzar su puerta de entrada significa volver a otra época, invertir el sentido de las manecillas del reloj y regresar varios lustros en el tiempo, volver a una época que hoy se ha ido y revivirla, para disfrutar la experiencia del viaje en crucero trasatlántico durante los años dorados de la navegación de pasajeros.
Todos los artículos que he escrito en este foro, los he escrito con la intención de que resulten interesantes para nuestros lectores, os recuerdo que todo comentario será bien recibido, y espero que este artículo acerca del Queen Mary haya resultado interesante y grato para los participantes de nuestro foro.
Perseo.
Perseo.